viernes, 16 de abril de 2010

Tipos de piel

Y... ¿Cuál es mi tipo de piel?

A la hora de utilizar productos para el cuidado facial debemos de asegurarnos que es apto para nuestro tipo de piel. De lo contrario provocaremos un efecto rebote o la aparición de otros problemas dermatológicos.

Tipos de piel.
PIEL SECA
: Es un tipo de piel que no presenta brillos debido a que las glándulas sebáceas producen muy poca grasa. Consecuencia de ello, la piel no se ve protegida por esa capa de lípidos y tiene un peor envejecimiento presentando arrugas prematuras, líneas de expresión, descamación, etc.
Muchas personas con piel seca sufre de sensibilidad en la piel provocando enrojecimientos cutáneos.
La hidratación y la nutrición de éste tipo de piel es muy importante para evitar la deshidratación y el envejecimiento prematuro.

PIEL GRASA: Piel caracterizada por la presencia de brillos y acompañada de poros dilatados.
Éste tipo de piel tiene sus pros y sus contras; su ventaja principal es que es una dermis menos tendente a las arrugas y cuando aparecen son menos profundas que en la piel seca. Entre sus desventajas podemos destacar los brillos, que contribuyen a la aparición de granos, espinillas, comedones, acné...
La causa de ésta piel es la producción excesiva de grasa por las glándulas sebáceas.
El cuidado de éste tipo de piel debe de ir encaminado a equilibrar la producción de grasa mediante la utilización de los aceites apropiados.

PIEL MIXTA: Combina las características de la piel seca y la piel grasa. La zona grasa sería la zona T (frente, nariz y barbilla), la zona seca sería el resto del rostro.

PIEL SENSIBLE: Caracterizada por las rojeces cutáneas consecuencia de la dilatación anormal de los vasos capilares.
Ésta piel presenta picores, descamación y tirantez.

PIEL MADURA: Presencia de arrugas, líneas de expresión, patas de gallo, etc. Las causas de éstos problemas debemos buscarlos en la excesiva exposición al sol, en los cuidados inadecuados de la piel y en el envejecimiento natural que disminuye la producción de colágeno y elastina responsables directos de otorgar tersura a la piel.
Llegados a una edad, debemos de comenzar a nutrir la piel además de hidratarla, esto lo conseguiremos aportándole sustancias que debido a nuestro envejecimiento natural el organismo deja de producir o lo hace en menor medida.
Otra característica de la piel madura son las manchas oscuras en la piel, provocadas porque las células cutáneas con el paso del tiempo se renuevan más lentamente, pero, también influye la excesiva exposición al sol propiciando su aparición o aumentando las existentes.

PIEL NORMAL: Piel hidratada, tersa y sin brillos.

2 comentarios:

  1. Muy interesante este articulo sobre los tipos de piel, probé uno de sus jabones de lavanda y me gusto mucho, un saludo.

    ResponderEliminar